14/5/13

Reseña: Mil cosas que no te dije antes de perderte, de Benito Olmos.



«El último resquicio, el último rescoldo, la última esencia que la niñez deja en nuestro corazón, desaparece de un plumazo con la noticia de la muerte de un padre. Es entonces cuando te das cuenta de que todo lo vivido anteriormente tan solo ha tenido como finalidad prepararte para ese momento»

Cuando David recibe la noticia de la muerte de su padre, decide regresar a su ciudad natal para tratar de esclarecer las extrañas circunstancias en las que tuvo lugar. Entonces descubre que ha pasado demasiado tiempo alejado de todos, y que muchas cosas han cambiado en su ausencia.

Granada es el telón de fondo de esta trepidante historia en la que nada es lo que parece, y todo el mundo parece tener algo que ocultar.


Para esta reseña me he querido tomar mi tiempo y hacerla tranquilamente porque realmente merece la pena.

David es un muchacho que tras el descontento de su familia se va a Madrid para hacer su sueño realidad (ser escritor). Tras recibir la llamada inesperada de su madre anunciando que su padre ha fallecido repentinamente, su mundo se volverá del revés.

         Tras su vuelta a Granada, su ciudad natal, David comenzara a descubrir cómo era realmente su padre. Aquel hombre con el que era una discusión tras otra cada vez que intentaban entablar una conversación y como resultado llevaba seis años sin dirigirse la palabra.

         Con la ayuda de Gabriel, un amigo intimo de Alfonso (padre de David) que le pondrá al día de las causas de la muerte de su progenitor y los problemas que tenia con la empresa familiar, a lo que era totalmente ajeno. Y así hacerle ver quien es la gente con la que se rodea, y arrepentirse de haber vuelto a granada. Pero no puede irse, los sentimientos hacia Alicia, una chica misteriosa que cada madrigada se acerca a su casa para así aliviar sus penas mutuamente, se lo impide.
        
Junto con Alicia y Nico (un amigo de la infancia) tendrá lugar una sucesión de acontecimientos a la finalización de la trama que no nos dejaran indiferentes.

         No os quiero contar más porque sería reventar la historia y es lo último que deseo. Quiero que disfrutéis con la historia de David tanto como he disfrutado yo, 399 páginas en tan solo dos días.

         La forma de escribir del autor es fluida, sin palabras complicadas que te hace mirar dos veces lo que estás leyendo. Te va explicando a cada momento los pensamientos y sentimiento del personaje, por lo que te hace vivir más intensamente lo que sucede. Lo malo son las explicaciones en los diálogos que a pesar de estar explicándote lo que esta sucediendo, llega un momento en el que te desespera porque quieres saber de una vez lo que tiene que contar y no llega ese momento. Aunque creo que es una audaz estrategia para mantener en vilo al lector y que así no pueda dejar de leer y leer.

Personalmente con la historia me ha hecho revivir mi infancia ya que toda la novela trascurre en la zona donde yo pasaba mis navidades, semana santa y veranos. Mientras que mis compañeros de clase se iban al pueblo de los abuelos o a la costa yo me iba a la gran ciudad. Plaza Nueva, Plaza de Santa Ana, Carrera del Darro, Paseo de los Tristes y Rey Chico era mi zona de juegos por aquel entonces.
        
El frio de los inviernos en esa zona, que acusa del Rio Darro, se hace más crudo está muy bien plasmado en la historia.

Como (creo) que sabréis, llevo dos años fuera de mi Granada del alma y esta novela con sus descripciones tan sumamente detalladas de las calles, la gente el clima, me han llevado a mí querida ciudad. Cosas así son las que te hace echar de menos lo que en tu día a día ya no prestas atención.

Por eso os digo que ¡YO! Este libro no lo voy a dejar en un rincón de la estantería, sino que lo pienso releer una y otra vez para así estar más cerca de la cuidad que me vio nacer. Ya que la historia te trasporta a esta mágica ciudad, es como si fuera una visita guiada.



Las Hadas Puntuan:







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