Desde que en 1968 quedó postrado en una cama por un accidente fatal, se definía a sí mismo como " una cabeza viva en un cuerpo muerto" y su mayor anhelo era liberarse de ese infierno del que no podía escapar sin la ayuda de otros.
Cartas desde el infierno es el estremecedor testimonio de un hombre que buscó la libertad a través de la muerte.
Su caso abrió un gran debate sobre la eutanasia, que se fué mitigando tras la muerte de Sampedro, probablemente asistida por alguien que creía en su derecho a un final digno.
Conmovido por este emotivo libro, Alejandro Amenabar, ha querido rendir homenage a Sampedro con su película Mar Adentro protagonizada magistralmente por Javier Bardem.
Para mí Cartas desde el infierno es un libro lleno de sentimientos, de ilusiones rotas por un trágico accidente.
El libro está compuesto por cartas tanto escritas por Sampedro sobre su visión de la vida postrado en una cama, hasta cartas escritas para contestar a algunas personas que le habían escrito anteriormente para apoyarle y darle ánimo.
En este libro podemos encontrar numerosas reflexiones que al lector nos deja un sabor amargo al entrar en un debete interno sobre lo que es justo o injusto, ó sobre que hubiesemos echo nosotros si nos hubiesemos encontrado en la misma situación.
Yo llegué a la conclusión que si me hubiese ocurrido a mí, yo no hubiese sido capaz de haber sobrevivido ni tanto tiempo como Ramón, no con la cabeza tan cuerda como él. Directamente hubiese perdido el rumbo de la vida....
Recomiendo leer este libro porque al ir leyendo sus palabras nos damos cuenta de la realidad que viven en este momento cientos de personas que se encuentran en la misma situación en la que se encontró Ramón durante más de 30 años.
A lo largo de las páginas de este libro nos encontraremos con poesías escritas por el propio Sampedro, de las cuales he elegido una que me encanta especialmente, y que me gustaría compartir con todos vosotros.... su título Amada mar.
AMADA MAR:
Amada mía:
Tu calma srena y tranqueila me embelesa cuando la luna
en la noche tropical ilumina tu cara.
Me transformo tu sonrisa blanca y riazada; y
embobado sonrío también.
Me enloqueces cuando te aguitas y ruges apasionadamente.
Sobre tu ondulado vientre me arrullas
y meces como un huracán.
Pareces una erótica y frenética bailarina.
Yo me dejo querer como un vanidoso amante
por tus tiernas caricias.
Quisiera penetrar en ti para
adorarte eternamente, mi seductora amante,
la mar.
Espero que os animeis a leerlo porque merece la pena, y por ello:
Mi puntuación: 4/5
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