1Buenos días.
Hoy os traemos la entrevista a Miguel Cornejo autor de Transilvania, ¿ nos acompañáis?
¿ Que
podemos encontrar en tú novela y a que publico va dirigido?
Van a encontrar una novela escrita de forma
sencilla, ritmo rápido, poca sutileza, metáforas en la línea de la novela
negra, estilo cortante, mala leche, denuncia social, angustia, desesperación y
un acontecimiento que pondrá todo patas arriba.
Y mucho rock 'n roll.
El público es bastante amplio, pero sobre
todo la disfrutará quien tenga entre 18 y 35, debido a que hay bastantes
referencias actuales y no todo el mundo las conoce igual de bien. Lo que no
impide que gente mayor la disfrute. No la recomiendo para menores de 18 por su
contenido erótico.
2.
¿Cómo
se te ocurrió la idea de la trama?
Leyendo un artículo de Carlos Boyero en
Babelia, que trataba del libro de fotos que la editorial Taschen editó sobre
una película de culto, la cual no mencionaré para no dar pistas de por dónde
pueden ir los tiros, pero que aparece mencionada en la novela. A ello se unió
la nebulosa idea de escribir algo sobre Valladolid con un argumento similar al
de la película, salvando las distancias. Al final la novela se desarrolló por
su lado, y el parecido con la película es bastante vago.
3.
Uno o
dos adjetivos que definan a tus protagonistas.
La novela está dominada por la voz del
protagonista, que no tiene nombre, como Clint Eastwood en “Por un puñado de
dólares”. La palabra que le define es inestable. Un personaje clave es su amiga
Elena, cuya definición en una palabra es sensatez. También influye, en menor
medida su amigo Pete (en la novela se explica que se llama Pedro y de dónde
viene la transformación del nombre). La palabra que mejor le va es resignación.
4.
¿Cuándo
comenzaste a escribir?
Al poco de concebir la idea (16 de marzo de
2013, la fecha es imborrable debido a lo que estaba sucediendo en mi vida esos
días) ya estaba tomando notas sobre localizaciones in situ, y esbozando
algunas escenas, pero no fue hasta julio de 2013 cuando empecé en serio.
Si te refieres a la escritura en general,
siempre marco el momento de inicio cuando gané el concurso de relatos de mi
instituto en 2002. Pero ponerme en serio,
a partir de la fecha del párrafo anterior.
5.
¿Qué
escritor ha marcado tu carrera como escritor?
No creo que ningún escritor estemos
únicamente influenciados por un único autor. Al fin y al cabo, leemos mucho y
no nos centramos en un solo nombre.
Sin embargo, para no sonar como un engreído
que se niega a contestar lo que le piden, diré un nombre: Stephen King. Por dos
razones. Cuando yo era adolescente, empecé a leer sus novelas de forma
compulsiva y me gustó su forma de redactar los finales. Sus novelas acaban
bien, pero siempre a costa del sufrimiento, el dolor y la pérdida. No suelen
gustarme los finales donde todo acaba bien y es maravilloso, como las películas
de Disney. King me dio la clave para escribir finales donde ganen los buenos,
pero la victoria no sea completa. Para mí, el mejor ejemplo de esto es “It”,
donde condena el final al peor lugar posible: el olvido de los propios
personajes.
La segunda razón, más importante para mí es
que en su libro “Mientras escribo”, que comienza con una parte autobiográfica,
da una serie de consejos al escritor novel sobre cómo afrontar el proceso de
creación. A falta de otra guía, yo me aferré a esos consejos, aunque no siga
todos a rajatabla. Por ejemplo, uso más adverbios de lo que a él le gustaría,
pero nunca lo hago en las atribuciones de los diálogos, como él sugiere. Para
mí son importantes consejos como no tener piedad con lo que es superfluo, por
muy bien que haya quedado redactado y, sobre todo, no deprimirte cuando
encuentras fallos argumentales en las revisiones.
Pero en la novela se nota más la influencia
de autores del género negro, desde Hammett o Chandler a James Ellroy, la mala
leche del protagonista de “Burlando a la Parca” de Josh Bazell, los diálogos de
Elmore Leonard, o la seca sencillez de la última etapa de James Sallis, en
obras como “Drive” o “La agonía del asesino”, distintas de las del detective
Lew Griffin.
6.
¿Qué
sentisteis el día que salió a la venta tu libro?
Es que ha salido a la venta hasta tres
veces, por raro que suene. Primero la autoedité yo en formato digital y la puse
en mi página web. Ante la poca repercusión, me puse a buscar editorial. El
contrato que yo firmé estipula que yo debía vender 48 copias en mano a partir
del día de la presentación de la novela. Una vez conseguido la editorial haría
una segunda tirada que estaría en librerías. Así que el día de la presentación
fue la segunda vez que salió a la venta, esta vez en papel, y ahora que está ya
online, tanto en ebook como en papel, es como si estuviera una tercera vez en
venta.
En cualquier caso, la frase que mejor
define lo que sentí es la habitual coletilla de nuestro rey emérito: “Me llena
de orgullo y satisfacción...”. También
un poco de euforia. Por fin, después de mucho esfuerzo, trabajo y esperas
insoportables que crispan los nervios de alguien tan inquieto como yo, el libro
puede llegar al lector. También es una afirmación de la capacidad que otros
veían en mí y yo no creía tener. Mucha gente decía que yo tenía el talento
necesario para escribir un libro, algo que yo siempre puse en duda. Hasta
ahora.
7.
¿Te
has buscado en alguna librería, ¿ Por curiosidad, vaya.
Aún no, porque a fecha de hoy (16 de enero
de 2015) aún no ha llegado a las librerías locales, pero sí lo haré, primero,
porque al ser una editorial pequeña, conviene comprobar que efectivamente los
libros han llegado a las tiendas, segundo, porque nos guste o no, los autores
tenemos un ego, mayor o menor en cada caso, pero está ahí, y poco hay más
satisfactorio para el ego de un escritor, más aún cuando se es novel, que ver
tu libro en una tienda.
Lo que sí he comprobado es que el ejemplar
que doné a la Biblioteca Pública de Valladolid (donde escribí un 90% de la
novela, quitando algunas correcciones) ha sido prestado, lo que me ha hecho
mucha ilusión.
8.
¿Te
llevó mucho tiempo escribir tu novela?
El primer borrador me llevó desde primeros
de julio de 2013 hasta la tercera semana de octubre. Después de que fuera
revisado por mis primeros lectores y luego corregido ortotipográficamente, me
sugirieron una ampliación de la historia, ya que no quedaba bien desarrollada.
Esa nueva redacción me llevó desde primeros de marzo de 2014 hasta mediados de
abril. En total, unos cinco meses aproximadamente.
9.
¿Cómo
fue la búsqueda de editorial?
Tediosa. Las editoriales están saturadas de
manuscritos y no atienden todas las
peticiones que les llegan, así que puede pasar bastante tiempo sin que tengas
noticias.
Dicen que lo peor para un autor es un no.
En parte es cierto, porque es doloroso saber que tu talento no ha llamado la
atención de los editores. Pero hay algo peor. La incertidumbre, el silencio
absoluto.
Un no significa que al menos has hecho
contacto, el email ha llegado a su destino, alguien lo ha abierto, se ha
molestado en leerlo mientras mascullaba “otro pesado que sólo conocen en su
casa a la hora de comer que quiere que le publiquemos” y te ha respondido con
una versión del “sigue buscando” que aparece en las promociones de helados y
patatas fritas con premio.
Pero cuando sólo recibes un silencio
sepulcral, ni siquiera sabes si el mensaje llegó a su destino. En principio no
te han enviado un correo diciendo que esa cuenta no existe, así que debería
estar en la bandeja de entrada del destinatario. Pero te planteas que quizá
haya habido algún error aleatorio y el mensaje se haya perdido en el
ciberespacio. Te sientes completamente impotente.
El silencio te obliga a seguir esperando,
el no hace que centres tus esperanzas en otra editorial. Sabes que ese camino
no lleva a ninguna parte y lo olvidas. Pero mientras la incertidumbre siga ahí,
no dejas de preguntarte qué demonios pasará. Y si el no es malo, el silencio es
criminal, al menos para mí.
Tendría que ser obligatorio que las
editoriales pusiesen un mensaje de correo automático confirmando que el
manuscrito (o la propuesta editorial) ha llegado correctamente, y que ya
contactarán. Al menos sabes que está en la mesa de quien debe.
10.
Te
has encontrado con editoriales que te han cerrado la puerta?
Unas cuantas. Desde gente que te dice que
no lee manuscritos hasta otros donde había posibilidades, pero no los has
convencido, pasando por los que no publican novela, no encajas en su línea
editorial o sólo editan libros traducidos, que se ha dado el caso. Al menos
obtuve unas cuantas respuestas, lo que es de agradecer.
11.
¿Qué
consejo le darías a una persona que está escribiendo aún su primera novela?
Perseverancia. Poco a poco y siempre a
ello. Que no tenga prisa en terminar la novela, vaya a su ritmo y se tome el
tiempo necesario. Que busque algunos primeros lectores para que le hagan
sugerencias o detecten errores, que siempre se cuela alguno, sobre todo cuando
ya te sabes el texto de memoria y lees por encima, o no corriges bien una
frase. Que no se crucifiquen por meter la pata mientras el libro no esté a la
venta. Y sobre todo, que tengan una paciencia infinita para encontrar editor.
Ya lo dijo el Maestro Yoda: “La impaciencia
lleva a la ira, la ira al odio y el odio al Lado Oscuro de la Fuerza”. No es
exactamente así pero creo que también es aplicable.
12.
¿Qué
les dirías a tus lectores?
Darles las gracias por leer la entrevista,
que disfruten la novela y que me hagan llegar su opinión, vía email, Twitter o
Facebook, aunque este último no lo manejo yo en persona.
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